Páginas

sábado, 29 de junio de 2013

EL CASO PRISMA, 2da parte: LOS SEIS RIESGOS QUE EE.UU TE ESPÍE.

ESTOS SON LOS GRAVES PROBLEMAS DERIVADOS DEL MAYOR SISTEMA DE VIGILANCIA DE LA HISTORIA.

“Estaban metiendo todo internet en la habitación secreta”, explicaba un exempleado de AT&T Mark Klein al diario The Washington Post hace cinco años. Esa habitación secreta a la que se refería era la 641A. Estaba dentro de las oficinas de San Francisco de la empresa de telecomunicaciones para la que Klein trabajaba. Sólo un empleado, y por autorización de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), tenía la llave. Básicamente, en aquel cuarto se copiaban millones de datos que atravesaban los servidores de AT&T y después se los pasaban a los funcionarios del Gobierno. Correos electrónicos, conversaciones de chat o llamadas realizadas por millones de ciudadanos de todo el mundo, estadounidenses incluidos. Corría el año 2002, pocos meses después de los ataques terroristas del 11-S.
Más de una década después de aquellos hechos, otro trabajador al que le quemaba la conciencia ha decidido hacer público el programa de espionaje, heredero del denunciado por Klein. Se llama PRISMA (PRISM en inglés) y, según revelan los documentos filtrados por el exempleado de la CIA y contratista del Gobierno Edward Snowden, se trataría del mayor sistema de vigilancia masiva de la historia. 
Una red de 'buzones digitales' distribuidos en las principales empresas de Internet (Google, Microsoft, Apple, entre otras) que succionarían la información que vuela en la red y la enviarían a los servidores de la NSA para su análisis. Es tal la cantidad de datos que la agencia está a punto de terminar un megacentro para almacenarlos en el estado de Utah: nada menos que 140.000 metros cuadrados repletos de servidores y supercomputadoras. 
Es el cerebro del Gran Hermano, el equivalente a 18 campos de fútbol, para contener gran parte de los e-mails, vídeos o chats de millones de personas.
La Casa Blanca ha negado espiar a nadie “a menos que haya un objetivo de inteligencia exterior (como la prevención del terrorismo, actividades cibernéticas hostiles o proliferación nuclear) y el objetivo extranjero está, con una seguridad razonable, fuera de Estados Unidos. 
No podemos siquiera centrarnos en extranjeros sin un objetivo válido de inteligencia”, según un documento hecho público por los servicios de Inteligencia Nacional. El presidente, Barack Obama, ha tratado de centrar el debate, por su parte, sobre el compromiso entre la seguridad y la privacidad. No se puede gozar de ambas al cien por cien.
Las reacciones entre los estadounidenses han variado, entre los indignados por el excesivo poder de control concentrado en manos del Gobierno y los que aseguran que no tienen nada que ocultar, y que sacrifican esa privacidad a cambio de seguridad. Sin embargo, algunos expertos advierten de que, más allá de debates morales, hay problemas muy graves derivados del acceso masivo, indiscriminado y con escaso control de las comunicaciones mundiales.

LOS SEIS RIESGOS QUE EE.UU TE ESPÍE.

1.- Intimidación intelectual

Uno de los principales riesgos de programas de vigilancia masiva como PRISMA es que atentan contra la “privacidad intelectual”, según apunta a El Confidencial Neil Richards, profesor de Derecho de la Universidad de Washington de Saint Louis y autor del informe "Los peligros de la vigilancia". “Cuando nos observan, actuamos de forma diferente. Nos inclinamos al comportamiento convencional, inofensivo y aburrido. En una sociedad libre que ensalza la individualidad necesitamos ser capaces de pensar, leer y hablar libremente sin temor a ser monitorizados por observadores del Estado o de las grandes corporaciones”, afirma.

2.- ¿Quién vigila al vigilante? Chantaje y presiones políticas.

J. Edgar Hoover, el que fue director del FBI desde 1935 a 1972, utilizó la red de espionaje y su conocimiento de información privada para acosar a disidentes, atemorizar a presidentes y avanzar en sus fines políticos. Con el programa COINTELPRO espió y persiguió a presuntos comunistas, a organizaciones de derechos civiles, a Marthin Luther King Jr. o a los Panteras Negras, entre otros muchos. Llegó a preparar una lista de 12.000 estadounidenses que consideraba “desleales”, a los que habría que suspender el habeas corpus tras estallar la Guerra de Corea.

Los sistemas secretos de vigilancia masiva generan un "desequilibrio de poder" esencial entre los observadores y los observados, apunta el profesor Daniel Slove, de la Universidad de Washington. Los críticos con el Gobierno pueden ser perseguidos o chantajeados por delitos que no tienen relación alguna con el objetivo de la vigilancia.

3.-Atenta Europa: EEUU espía para obtener ventajas comerciales.

El sistema de espionaje estadounidense Echelon, en muchos aspectos el padre de PRISMA, ha sido utilizado en el pasado por Washington para obtener ventajas comerciales, según concluía un informe del Parlamento Europeo en el año 2000. Centenares de las historias de éxito en las que estadounidenses han ganado a sus competidores japoneses o europeos, concluía el experto en seguridad británico Duncan Campbell, podrían deberse a espionaje industrial. Airbus perdió en 1994 un contrato con Arabia Saudí por valor de 6.000 millones de dólares por las informaciones obtenidas a través de Echelon. Otras empresas como Thomsom CFS habrían corrido destinos similares. Se ha publicado también cómo Estados Unidos habría robado los diseños de las turbinas sin engranaje de la empresa alemana Enercon o los de reconocimiento de voz de la belga Lernout & Hauspie. El comité de investigación europeo recomendó a los empresarios que encriptaran sus comunicaciones.

PRISMA es una versión infinitamente más avanzada que el viejo Echelon, que se basaba en una vieja red de satélites y antenas. Este nuevo Gran Hermano podría tener en sus sistemas del orden de 20 billones de correos electrónicos y llamadas telefónicas, según una estimación hecha por un antiguo experto de la NSA citado por The Washington Post.

4.- Los terroristas no usan Gmail.

Una de las principales justificaciones del programa por parte de la Casa Blanca es que sólo se espía a los extranjeros. El problema es que en Internet no hay pasaportes. Existen y son rutinariamente utilizados los programas informáticos conocidos como VPN, que permiten engañar a los servidores de las empresas de telecomunicaciones sobre la localización geográfica del usuario. Además, los sistemas de correo espiados son sólo algunos de los existentes, como el de Google o Yahoo. Son los utilizados por la mayoría de los internautas, pero hay otros muchos. Un buen terrorista no tiene por qué utilizar Gmail, y muy probablemente evitará que le localicen.

Además, Estados Unidos también espía en Estados Unidos, como queda claro en las capturas de pantalla del sistema Boundless Informant, que analiza los datos recopilados por PRISMA. Según lo publicado por The Guardian, muestra que en un período de 30 días el sistema tomó 3.000 millones de datos en el país. Menos, comparativamente, que los 97.000 millones de piezas de datos captados en Irán, Pakistán, Jordania, Egipto y la India. Otros países atacados de forma importante fueron México y Brasil.

5.- Correos, tarjetas de crédito… inseguridad de tus datos 

“Si hubiera querido ver tus e-mails, o el teléfono de tu esposa, lo único que tenía que hacer es usar los interceptores (del sistema PRISMA). Podía obtener tus correos, tus contraseñas, tus registros telefónicos o tus tarjetas de crédito”, asegura Edward Snowden en la entrevista con el diario The Guardian en la que explica los motivos por los que había filtrado la información sobre PRISMA. Snowden tenía acceso a datos muy comprometidos de millones de personas, pero no es nadie especial: tan sólo un joven ingeniero de 29 años que trabajaba para una empresa subcontratada por el Gobierno. Tenía, sí, una autorización de seguridad de nivel top secret. Pero, como él, la tienen otros 1,4 millones de estadounidenses, y de ellos un tercio son empleados de empresas privadas que dan servicios al departamento de Defensa, como la consultora Booz Allen Hamilton, en la que trabajaba Snowden. Hay miles de ojos mirando por la cerradura

Además, todos los datos que se almacenan en servidores están comprometidos y pueden ser eventualmente robados por piratas informáticos o vendidos al enemigo. La concentración en una red informática de los contenidos de los correos electrónicos y conversaciones telefónicas de millones de ciudadanos supone exponerlos a que estos sean hechos públicos por alguna organización no gubernamental.

6.- Desequilibrio judicial: ¿cómo puedes defenderte?

Uno de los cimientos de la democracia es la separación de poderes. Un ciudadano puede demandar al Gobierno. Pero, para ello, tiene que tener los medios de demostrar que el Ejecutivo ha cometido un delito. En la reciente decisión de Clapper contra Amnistía Internacional, el Tribunal Supremo rechazó la demanda de la organización de derechos humanos de que había sido espiada electrónicamente. 
Según los jueces, no había quedado suficientemente demostrada esta acción y las alegaciones eran “demasiado especulativas”. "¿Cómo puede defenderse un ciudadano o una institución de delitos contra la privacidad si es imposible demostrar la incursión, precisamente porque estos esquemas son secretos y de alta tecnología?", se pregunta el profesor Richards.

“La vigilancia total es ilegítima”, concluye el profesor de Derecho. El Gobierno asegura que la autorización del sistema informático, que no “programa”, ha sido dada por el Congreso y que tras su creación en 2008 fue “ampliamente discutida en público”. Dicen, además, que hay un tribunal, secreto, conocido como FISA, que aprueba las órdenes de recolección de datos masivas. Pero sólo ha rechazado 11 de las 33.900 peticiones de Washington.

El mapa del espionaje de EEUU en el mundo
Las capturas de pantalla del sistema Boundless Informant (Informante sin Límites) de la NSA publicadas por The Guardian arrojan varias conclusiones interesantes. En primer lugar, los datos del mapa (que muestra el grado de vigilancia: verde, amarillo, naranja y, el máximo, rojo) muestran que el objetivo principal del espionaje, como sostiene la Casa Blanca, sería el control del terrorismo islámico. Los países más vigilados son Pakistán, Egipto, Jordania, India e Indonesia. Asimismo, los estados europeos más espiados, como Alemania, Francia o Reino Unido, son aquellos con mayor presencia de inmigrantes musulmanes y más movimientos islamistas. No obstante, llama la atención el hecho de que España sea uno de los países menos vigilados de Europa, pese a que sufrió el único gran ataque yihadista en el Viejo Continente.
En segundo lugar, puede que el terrorismo sea la gran preocupación de Washington, pero no es la única. Lo demuestra el hecho de que China y Brasil destaquen en la lista. En cambio, un país al que apenas se vigila es México. Dada la amenaza que supone para la seguridad de EEUU (por el narcotráfico, la trata de inmigrantes, etcétera), esto reforzaría una de las ideas que circulan por Norteamérica desde que estalló el escándalo: Obama y las agencias de seguridad se han preocupado más por los efectos electorales de un gran atentado como el 11-S que por la seguridad real del país y otras amenazas menos mediáticas, como los narcos mexicanos.







No hay comentarios:

Publicar un comentario